sábado, abril 16, 2005

Ella

En algún lado la vi, de eso estoy segura.
No mide más de noventa centímetros, es apenas una niña. Pero una niña hermosa, de largo pelo rojo como el fuego, suave como el algodón y fluido como el agua; lo sé, aunque nunca lo toqué. su piel es blanca como la nieve, tersa como un tomate fresco, fresca como un día de primavera y suave como la seda; lo sé, aunque nunca me acerqué a más de tres pasos de ella. Sus ojos son los más hermosos que alguna vez haya visto, enormes, del color de la miel, brillantes y atentos, escrutadores y magníficos; lo sé, simplemente lo sé.
Caminaba por el centro comercial de mi ciudad, tranquila, con una par de amigas. Las tres acabábamos de cobrar nuestro sueldo y habíamos decidido darnos un premio, merecido por cuatro meses de trabajo sin recibir paga. Salvar vidas es cansador y te hace olvidar que, además de médico, sos una persona que necesita descanso y una vida.
Me compré un hermoso vestido floreado, rojo y azul. Estaba feliz con mi compra, charlaba alegremente con mis amigas cuando ella apareció.
Se paró frente a mi y me miró a los ojos. Estaba a apenas un metro y medio, con una margarita en la mano izquierda. Me miró fijamente con esos grandes ojos dorados, sin parpadear siquiera, y, de pronto, el mundo se silenció. Mis amigas siguieron caminando sin notar mi embolismo. El sol y la gente se movían con gran rapidez, se hizo de noche, pero yo no podía quitar mis ojos de ella. ninguna de las dos dijo nada, tampoco nos movimos, a pesar de todas las personas que se acercaron a mi, pero yo no los escuchaba, ni quería hacerlo.
De pronto, un hombre caminó entre nosotras y, cuando hubo pasado, ella ya no estaba, seguía siendo de día y mis amigas acababan de frenar para preguntarme qué me pasaba. Las miré y respondí con una sacudida de cabeza. Me volví y seguí caminando, pero antes, inconsciente, volví a mirar al lugar donde ella había estado, con una vaga esperanza.
Me pregunto si algún día volveré a verla.



Oh! esta es una de mis cosas, y es lo que van a ver acá, mis escrituras.

Mel

No hay comentarios.:

Publicar un comentario