jueves, julio 21, 2005

La Hermosa

Bueno, acá estoy otra vez, escribiendo lo que ya está escrito.

La llamaban La Hermosa. Toda la ciudad la conocía por ese nombre y volteaban a verla cuando alguien decía "Ahí va La Hermosa". Nadie de los que la veían caminar por la ciudad sabía su verdadero nombre, y ella nunca hablaba con nadie.
Los días de sol, caminaba con lentitud, vestida de negro totalmente y con el cabello del mismo color. Los días de lluvia vestía de blanco y era tal la luz que irradiaba que su pelo también lo parecía.
Había pocos que la conocían, y esos pocos eran sus amigos y guardianes de su vida. Cuando La Hermosa caminaba y alguien la señalaba, ellos no la miraban, ni siquiera se inmutaban, y por supuesto no la llamaban. Sabían que era peligroso, porque cuando ella dejaba su hogar, su memoria se borraba, recordando solo su destino, y su magia se volvía contra ella. Esa maldición era el pago por su belleza.
Y ocurrió que un día, un grupo de jóvenes estaban hablando en la calle y tres de estos conocían el nombre de La Hermosa. Alguien que pasaba anunció en voz alta:
-Ahí está La Hermosa, véanla que hoy está de blanco.
Todos la miraron, salvo dos de los amigos, que eran quienes la conocían hacía años, pero el tercero, que solo lo era hacía a penas unos días, se levantó y gritó su nombre, olvidando todas las advertencias.
-¡Clarissa!- resonó en la calle silenciosa.
Al instante ella se desvaneció y en esa calle hubo cinco jóvenes que gritaron y lloraron de desesperación y de dolor, ante la desaparición de La Hermosa.
Ella no regresó nunca, pero todos la recuerdan. Cuando una muchacha muy bella aparece, siempre alguien dice: "ahí va Una Hermosa"

Mel

1 comentario:

  1. Anónimo1:56 a. m.

    bueno, soy Gabriela, la verdad me meti en esta pagina y me quede muy impresionada. Escribis de mil maravillas, sos muy inteligente y si seguis asi, quien sabe, tal vez puedas sacar algún librito...por qué no?!. Bueno, te felicito nuevamente y te deseo lo mejor, segui asi!!
    gabriela vich.-

    ResponderBorrar