domingo, febrero 22, 2009

La Soledad del Hada

Existen esos momentos en los que el corazón de un hada se rompe y queda astillado. A veces, con un poco de esfuerzo y cariño es posible arreglarlo, pero no todas las partes vuelven siempre a su lugar.

Un pequeño ruido
como un cristal roto
resonó en el vacío de la sala
sus ojos se apagaron
y quedaron opacos
y sin brillo de vida
El color se fugó
de su ya pálido rostro
y un tinte azulado
recorrió toda su piel
el cabello sedoso
de paja se hizo
Se fue arrastrando
los pies desganados
sin hacer ruido al pisar
se fue sin llorar
sin lamentos ni quejas
se fue sin alma que calmar
Y donde estaba parada
una pequeña montaña
de vidrios púrpuras quedó
y si mirabas un poco
podías notar con horror
que eso era su roto corazón

Mel

No hay comentarios.:

Publicar un comentario